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Callos y callosidades

Los callos y callosidades son causados por presión o fricción en la piel. A menudo aparecen en el pie donde el hueso roza con el calzado. Los callos, generalmente, aparecen arriba o a los costados del pie mientras que las callosidades aparecen en las plantas del pie. También pueden aparecer en las manos u otras áreas donde haya fricción o presión. Usar zapatos que se ajusten bien o usar plantillas sin medicación puede ayudar a evitarlos. Mientras te bañes, frota suavemente el callo o callosidad con una toallita o piedra pómez para ayudar a reducir el tamaño. Para evitar una infección, no trates de rasparlos. Ve a un doctor si sufres de diabetes o problemas circulatorios.

Cómo examinar tu piel

La Detección es un examen sencillo y sin dolor, es una práctica diaria del dermatólogo en su consultorio. Se trata de un examen visual de toda la piel del cuerpo con el objeto de ubicar las manchas o lunares que son sospechosos de cáncer. El dermatólogo utiliza un dermatoscopio, lupa que permite ver a través de la primera capa de la epidermis. Si se localiza una mancha o lunar sospechoso, el dermatólogo decidirá si se mantiene bajo vigilancia para ver su evolución o bien si se retira y se manda analizar. La auto-exploración cutánea periódica es imprescindible para detectar a tiempo cualquier lesión sospechosa de cáncer de piel. Es fácil realizarla, solo ante un espejo, o con la ayuda de un familiar, respetando la “regla del ABCDE”. La detección temprana mejora la oportunidad de curación. Cuando se detecta el melanoma de forma temprana en un estado poco desarrollado, puede ser curado en la mayoría de los casos. El tratamiento local consiste en retirar la lesión bajo anestesia local. En cambio, si se diagnostica tardíamente el melanoma se vuelve peligroso debido a que puede extenderse a otras partes del cuerpo (metástasis). Los tratamientos son menos eficaces. Por todo esto, el auto-examen y la detección son esenciales.

Tipos de cáncer de piel

Aparecen más a menudo después de los 50 años, habitualmente sobre las partes descubiertas del cuerpo (rostro, espalda, ante-brazos, manos…). Son muy frecuentes, pero en la mayoría de los casos son fácilmente curables. Si no se tratan a tiempo, pueden tener consecuencias serias. Una herida que no cicatriza, un grano o la costra de una herida que persiste y se modifica; todos estos signos debes llevarlos a consultar a un dermatólogo. Es el cáncer de piel más grave que existe. Puede ser diagnosticado en personas de cualquier edad pero es muy raro en los niños. Puede localizarse en cualquier parte del cuerpo pero en el hombre se presenta de forma más presente en el tronco y en la mujer, en las piernas. El melanoma se manifiesta esencialmente de dos maneras: -Por la aparición de una pequeña mancha pigmentada sobre piel sana (casos más frecuentes). -Por la modificación de un lunar (nevos pigmentarios) preexistente. ¿Eres una persona con riesgo? Cualquiera puede desarrollar un melanoma. Sin embargo, no todos somos iguales frente a este riesgo. Se más precavido si: -Tienes la piel, los ojos y el pelo claro y te bronceas con dificultad. -Tienes muchos lunares (más de 50). -Tienes lunares congénitos (desde el nacimiento) o atípicos (anchos, irregualares). -Tienes familiares que lo han padecido o tu mismo tienes un melanoma. -Tuviste quemaduras solares severas en tu infancia o adolescencia. -Desarrollas tu trabajo al aire libre. Habla con tu dermatólogo; te ayudará a evaluar tu riesgo y te aconsejará sobre la frecuencia de los exámenes de detección. www.centrodedermatologia.com
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