Dormir bien, embellece

Los efectos de un buen sueño influyen marcadamente en nuestra imagen. El mito de La bella durmiente finalmente fue confirmado. Dormir no sólo es placentero… sino que además potencia nuestra belleza y atractivo.

Una persona que está descansada tiende a ser más sana y a verse mejor. A estos efectos físicos se le suman la estabilidad y el humor que se logra. Y es que cuando la personalidad tiende a ser más sólida es porque aprende a inhibir los momentos de mayor estrés. Eso hace que uno tenga mejor relación con su entorno y luzca más atractivo.

El buen dormir mantiene a la persona en armonía y en equilibrio. Ayuda a reparar las células, las renueva y esto permite compensar los niveles de estrés.

Los ritmos cardíacos se desaceleran y se mejora la circulación de la sangre, lo que hace que nuestro sistema cardiovascular funcione mejor y, entre otros beneficios, al renovarse las células del cuerpo la piel se ve resplandeciente, adquiere un estado de frescura con el cual, por ejemplo, se evitan las ojeras

Cuando uno no duerme bien las alteraciones del sueño hacen que te veas cansada, ojerosa, el descanso rejuvenece, ayuda a poner la experiencia psíquica en orden, relaja.

Si uno no descansa, psicológicamente está mal y eso se nota en su actitud, en la forma de comer, de relacionarse con el resto. El sueño, hoy en día no está tan valorado.

Dormir bien es tan importante como comer, como hidratarse. Pensamos que para dormir siempre tendremos tiempo y desgraciadamente al sueño sólo se le da importancia cuando empiezan a aparecer las enfermedades que vienen con un mal descanso: hipertensión arterial, diabetes.

Dormir bien te asegura el buen funcionamiento de tu sistema inmunológico. Esto está completamente probado e incluso, varios estudios han revelado que dormir mal te dispone a la entrada de algunos virus. Por otra parte, mantener una deuda de sueño constante favorece el aumento de la presión arterial y puede ser el causante de padecer diabetes tipo 2. Por si esto fuera poco, está comprobado que dormir mal durante muchos años, por ejemplo aquellas personas que siempre han trabajado por turnos rotativos, por ende, no acostumbran su cuerpo a un descanso habitual en el mismo horario, viven MENOS que aquellas personas que se acuestan todos los días a la misma hora.

Al dormir nuestro cerebro “ordena” toda la información que aprendimos durante el día. Este consejo es muy útil para aquellas personas que acostumbran a trasnochar por estudios o trabajo, es mucho mejor estudiar al levantarse después de un buen descanso y desayuno, que quedarse en vela y dormir 2 horas. Tu actividad queda totalmente a medias, por ende bajas tu rendimiento cerebral. Por consecuencia si duerme mejor, estudiarás y trabajarás mejor.

Al dormir bien controlas tu peso lo cual es una excelente noticia sobre todo para aquellas personas que sufren de sobre peso o viven haciendo dietas que no resultan. A veces llegan a la consulta del médico pidiendo explicaciones, cuando en realidad no se encuentran durmiendo las horas adecuadas. Al dormir mal, tu cuerpo almacena grasa e incrementa los niveles de azúcar. Si duermes lo correspondiente todos los días notarás que tu peso corporal comienza a equilibrarse. Obviamente antes de dormir debes evitar comer por lo menos 2 horas antes y alimentos livianos.

¿Cuánto sueño es buen sueño? Los estudios recomiendan entre siete y ocho horas como la dosis ideal; sin embargo, la cantidad de horas depende del organismo de cada persona, la respuesta sería ‘lo necesario para sentirse bien al día siguiente’

Dormir bien regenera tus células, te hace más bella o bello, tu pelo se arregla, tu piel se estira y se pone suave. Las personas que duermen mal se arrugan más rápido y representan más años. Dormir es un tratamiento de belleza barato y efectivo, es más, podría ser visto como el tratamiento natural de nuestro cuerpo y la alternativa perfecta para otro tipo de tratamientos de belleza.

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