Cómo examinar tu piel

La Detección es un examen sencillo y sin dolor, es una práctica diaria del dermatólogo en su consultorio. Se trata de un examen visual de toda la piel del cuerpo con el objeto de ubicar las manchas o lunares que son sospechosos de cáncer.

El dermatólogo utiliza un dermatoscopio, lupa que permite ver a través de la primera capa de la epidermis.

Si se localiza una mancha o lunar sospechoso, el dermatólogo decidirá si se mantiene bajo vigilancia para ver su evolución o bien si se retira y se manda analizar.

La auto-exploración cutánea periódica es imprescindible para detectar a tiempo cualquier lesión sospechosa de cáncer de piel. Es fácil realizarla, solo ante un espejo, o con la ayuda de un familiar, respetando la “regla del ABCDE”.

La detección temprana mejora la oportunidad de curación.

Cuando se detecta el melanoma de forma temprana en un estado poco desarrollado, puede ser curado en la mayoría de los casos. El tratamiento local consiste en retirar la lesión bajo anestesia local.

En cambio, si se diagnostica tardíamente el melanoma se vuelve peligroso debido a que puede extenderse a otras partes del cuerpo (metástasis). Los tratamientos son menos eficaces.

Por todo esto, el auto-examen y la detección son esenciales.

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