Las pecas son acumulaciones de pigmento que se producen en la piel de forma redondeada. Algunas personas tienen pecas porque, cuando les da el sol y se broncean, en estas acumulaciones de pigmento, el bronceado es más acentuado.

Las personas de piel, ojos y pelo claros, suelen ser propensas a ellas. Las pecas no se eliminan sino que se aclaran ya que su aparición obedece a un factor genético. Los bebes raramente tienen pecas, son más frecuentes en niños de 5 a 15 años pero les pueden aparecer en los bebés debido a que las hayan heredado de los padres, aunque después las pierdan o más bien se les terminen de desarrollar. Además, es más común que las mujeres las tengan, aunque no es que en los hombres no se presenten del todo.

Las personas con predisposición a las pecas son más propensas a las quemaduras solares y al cáncer de piel, por lo que deben tomar medidas extras para protegerse del sol.

Las zonas más comunes donde las pecas aparecen son en el rostro, en los hombros, la espalda, el pecho y brazos.

Las pecas deben ser observadas periódicamente, sobre todo a estos pacientes que tienden a tenerlas. Los tratamientos las controlan y las ponen casi imperceptibles, pero no se eliminan totalmente. Lo recomendable es usar protector solar adecuado al tipo de piel de la persona y algunos tratamientos naturales como no tomar sol porque éste las intensifica, las pone más oscuras.

Muchos pacientes con pecas desarrollan una tendencia a presentar melasmas, que es la mancha oscura que sale en la cara como en el caso de las mujeres embarazadas.

Existen varias soluciones naturales para combatir las pecas, pero tienen efectos más lentos. Los productos que contienen vitamina C y ácidos alfa hidróxidos son usados contra las pecas.

Las pecas podrían ser un “problema de estética”, pero que en general son un rasgo muy particular, a algunos les encantan y otros las detestan, es como simplemente cuestión de gustos.

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