Psoriasis

La forma más común es la psoriasis en placas. La psoriasis en placas es típicamente caracterizada por placas circulares u ovales en superficies extensoras del cuerpo y piel cabelluda. Las placas generalmente tienen escamas como resultado del crecimiento acelerado de la capa más superficial de la piel e inflamación. La extensión y la duración de la enfermedad es muy variable de paciente a paciente y hasta 10-20% de los pacientes con psoriasis en placas tendrán también afectación de las articulaciones (artritis psoriásica).

Se sabe que tanto los factores genéticos como ambientales están involucrados en la psoriasis. Entre los factores asociados se encuentran las infecciones, alcoholismo, tabaquismo, medicamentos, factores emocionales, como el estrés, cambios hormonales, exposición a luz solar, traumatismos, entre otros. Estos factores pueden afectar el curso, duración y apariencia clínica de la psoriasis.
Se estima que entre 1-2% de la población está afectada, pero varia con la raza, geografía y factores ambientales. Afecta a ambos sexos por igual y puede observarse principalmente en dos grupos de edad, entre los 16-22 y entre los 57-60 años. Se ha observado que inicia más tempranamente en pacientes femeninos.

Algunos brotes pueden ser provocados por tratamiento sistémico de corticoesteroides y esto puede llegar a ser grave. La principal molestia de los pacientes se relaciona a la comezón, a la piel seca y fisurada y a los efectos adversos del tratamiento, sin mencionar que se deteriora en gran porcentaje la calidad de vida del paciente por la autoimagen y la vergüenza por su apariencia.

El cuadro clínico es la presencia de áreas rojas con descamación y molestia, principalmente en la piel cabelluda y superficies extensoras. Lo característico es la presencia de placas de forma y tamaño variables, bien circunscritas, rojas con escama en su superficie con tendencia a la simetría. En ocasiones se presentan lesiones nuevas en sitios de fricción constante o en sitios previos de trauma (fenómeno de Koebner). Algunos pacientes mejoran en verano y empeoran en invierno.

Existen variantes en la presentación de la psoriasis como la psoriasis ungueal, psoriasis en niños, psoriasis inversa y artritis psoriásica.

El diagnóstico se hace en el cuadro clínico, rara vez se requiere de exámenes de laboratorio. Se puede realizar una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico. La psoriasis se puede confundir con algunas otras enfermedades por lo que se recomienda que sea evaluado por un dermatólogo para tener el diagnóstico y el tratamiento adecuado.

El tratamiento es por tiempo prolongado y deberá ser individualizado para cada paciente de acuerdo a diversos factores como extensión de la enfermedad, recursos, expectativas, entre otros. Hay muchas opciones terapéuticas entre las que se encuentran los medicamentos tópicos, sistémicos y la fototerapia, los cuales se pueden utilizar solos o combinados.

Tópicos: Es considerado primero opción. Se puede utilizar derivados de los esteroides, derivados de la vitamina D, retinoides tópicos, queratolíticos, entre otros.

Fototerapia: Se puede emplear en casos de psoriasis extensa o que no responda a tratamiento tópico. Se puede utilizar UVB, UVB de banda angosta y PUVA, que es la combinación de un psoraleno oral mas la exposición a rayos UVA. Con la fototerapia entre el 80-85% presentan control total de la enfermedad.

Sistémicos: Existen diversas opciones al alcance y algunas nuevascomo los biológicos, sin embargo se requiere de la adecuada evaluación del dermatólogo para escoger el tratamiento más adecuado a cada caso.

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